Uno y uno son tres
(Letra y música: F. S. Sahorí)
Érase una joven pareja
inflamada de pasión
prometiéndose amor eterno
y plena dedicación.
Uno y uno era suficiente
en su aritmética del amor
sobrevino un accidente
en la anticoncepción
mas apareció un tercero
donde eran sólo dos
y es que uno y uno
siempre son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
La pareja atraviesa
el desierto familiar
ella es ama de casa
y ha diseñado un plan
para romper la monotonía
de su vida conyugal
citándose por las tardes
con su profesor de inglés
aprendiendo a conjugar
muy bien el verbo ser infiel
y es que uno y uno
siempre son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
Mientras tanto el marido
ha decidido divorciarse
y llamar a una antigua amiga
por si aún quiere casarse.
Ésta última responde
que no tiene inconveniente
siempre y cuando vivan juntos
con el hijo que ella tiene
de su anterior experiencia
cuando era adolescente
porque uno y uno
siempre son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
Son tres, son tres, son tres, son
tres
son tres, son tres, son tres
uno y uno son tres.
Y es que uno y uno siempre son tres.